Nota en comercio y justicia publicado el 17 diciembre, 2009
Por Silvia L. Barceló / Abogada, mediadora
Carmen y Matías eran los nombres de cada una de las partes. La causa vino derivada de la oficina de Derechos Humanos. Cuando los entrevisté en la primera etapa de la mediación, al confirmar datos surgió la relación que los unía. Madre e hijo adoptivo. Carmen tenía un ligero temblor al hablar, producto de los nervios. Y a Matías se le notaba una fría calma. Por la posición del cuerpo de cada uno entendí que era situación difícil para ambos estar en la misma reunión. Inmediatamente después de presentado el proceso, le pedí a Matías que se retirara para comenzar a trabajar con Carmen.